Algo nuevo se está fraguando entre Brasil y los Estados Unidos.
Aunque pueda parecer una paradoja, son los Estados Unidos los que en
este momento tienen los ojos puestos en la sexta potencia económica
mundial y en un país estratégico en América latina.
Del 9 al 13 de este mes de abril, la Presidenta Dilma Rousseff hará una visita oficial a los Estados Unidos para encontrarse con su colega Obama y según los analistas políticos, es Washington, en este momento el que tiene un interés especial en abrir unas relaciones nuevas, de mayor envergadura entre ambos países y no sólo en el campo económico.
El tema ha sido discutido en un seminario en São Paulo donde Myron Brillant de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos lo ha dicho claramente. "Ha llegado la hora", afirmó "de que los Estados Unidos y Brasil se reconozcan mutuamente como socios estratégicos".
El viaje de Dilma a Washington podrá significar una nueva era en las relaciones entre ambos países.
La mandataria brasileña conoce muy bien el interés de Obama y en
general de los Estados Unidos en abrir un nuevo capítulo de estrecha
colaboración con Brasil.
Y no se va a tratar sólo de abrir barreras a los mercados entre ambos países.
Son ya en este momento 11.000 artículos de intercambios comerciales
entre Estados Unidos y Brasil. La colaboración deberá ser mucho más
importante y deberá abarcar campos estratégicos como las nuevas
energías, la innovación tecnológica, el petroleo y la estrategia
militar.
Ambos países son hoy líderes en los nuevos combustibles. Estados
Unidos está interesado en el etanol y Brasil es también líder en este
campo. Pero hay más: Brasil con los grandes yacimientos
petrolíferos del Pre-sal, se convierten en un objeto de deseo de los
Estados Unidos.
Hoy , Brasil es el segundo productor de petroleo de la región después de Venezuela
y a los Estados Unidos les es más fácil adquirir el oro negro de
Brasil que de Venezuela o del Medio Oriente. Y Dilma lo sabe. Como
explica, la analista política de Folha de Sâo Paulo, Eliane Cantanhêde, Brasil, la zona del Orinoco en Venezuela y el Golfo de Guinea en África, forman un triángulo poderoso en la nueva geopolítica mundial.
Y Brasil no quiere sólo vender petroleo, sino invertir en Brasil como
polo de producción, distribución y referencia en ciencia y tecnología
en el sector. Y Estados Unidos puede dar una buena mano y constituirse como socio importante en este cometido.
Y es que a los Estados Unidos les interesa esta nueva estrategia con Brasil también por motivos de seguridad. El triángulo del que hemos hablado, se ubica, como analiza Cantanhêda,
"en un área patrullada por la Marina norteamericana, el Atlántico sur y
lejos del tenso y conflictivo Golfo Pérsico. Y eso lo dice todo".
Y hay aún más, Obama ya ha dejado indicar que los tres países con los que desea estrechar unas relaciones especiales son Brasil, China e India, lo que indica que las relaciones con Brasil pueden llegar a tener una importancia a nivel mundial.
No hay que olvidar que Estados Unidos y Brasil son además los dos mayores productores de comida del mundo y que se calcula que en los próximos 30 años, la necesidad de alimentos se duplicará en el Planeta.
Para que ese horizonte de futuro pueda convertirse en realidad, Dilma empezó a preparar el terreno desde el primer día de su Presidencia cuando
aceptó recoger en su nuevo gobierno a la mitad de los ministros de su
antecesor Lula, pero no al de Asuntos Exteriores, Celso Amorim, que
junto con Lula eran más bien reacios a un acuerdo estratégico con los
Estados Unidos.
Dilma cambió a Amorim, de la izquierda de su partido, el PT y lo
substituyó por Antonio Patriota, que había sido embajador de Brasil en
los Estados Unidos y cercano a Washington. Y es él el que trajo a
Obama a Brasil y el que está preparando este viaje de Dilma a los
Estados Unidos que podría de alguna forma poner las bases para un
acuerdo estratégico nuevo entre ambos países .
De ahí la expectativa política, económica y diplomática ante dicho
viaje oficial de la primera Presidenta mujer y exguerrillera a la Casa
Blanca.
Cena con ObamaJuan Arias
No Vientos de Brasil
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